Fotografiar paisajes
No resultan difíciles este tipo de tomas. Eso sí, se necesita creatividad y muy importante a considerar es el encuadre, la luz, el tiempo atmosférico y las opciones cromáticas.
Un paisaje primaveral es perfecto para el contraste de los colores, la armonía de sus curvas, y la bella combinación de formas. La repetición rítmica de los elementos suele resultar efectista.
Un paisaje veraniego es seco e intenso, quema la belleza y si no se anda con ojo, quema la imagen (puedes usar un filtro). Es conviente por tanto aprovechar si ha caído algo de rocío, esas horas de la mañana cuando la reciente humedad intensifica los colores.
Un paisaje otoñal asume tonalidades cálidas y doradas, y se pueden realizar tomas realmente agradables. Las mejores condiciones de luz se encuentran por la mañana antes de las once y por la tarde después de las tres. La luz a esas horas tiene una angulación perfecta que realza los contornos, haciendo destacar la superficie de los objetos.
Un paisaje invernal, si es nevado o helado queda especial. Si tienes oportunidad de captar un campo con árboles en estas condiciones, y un lago completamente (o parcialmente) helado, adelante, aprovéchalo.
En un paisaje tienes numerosos elementos que puedes atrapar con tu cámara. Macrofotografía de flores, el agua, el cielo (del día, del crepúsculo, las tormentas de rayos, el arco iris...).
Las flores no presentan dificultad, encuentra una que te llame la atención por rareza o belleza y tómala (con tu equipo).
El agua necesita de obturación rápida (mínimo la estándar 1/250) si está en movimiento y tener cuidado con los elevados reflejos. El gancho de un agresivo oleaje desde cerca rompiendo las rocas de la costa (aquí recomiendo 1/1000).
El cielo es mítico en cualquier persona con cámara en mano. Sobretodo en el atardecer o amanecer. Tonos cálidos, contraste alto en la tierra, y nubes destacadas. En tormentas se necesita obturación lenta y su trípode o base estable. La obturación de un móvil no es lo suficientemente lenta como para lograr enmarcar un rayo con facilidad. Así que o tienes una percepción a la hora de activar el obturador, o tienes mucha suerte divina.
Pueblos y ciudades, tanto edificios antiguos cómo modernos, estimulan la creación de imágenes fotográficas singulares. Las líneas rectas de la arquitectura moderna constituyen muchas formas geométricas que pueden contrastarse con edificios de otra época.
Es importante saber reflejar el ambiente de los edificios o de las calles fotografiadas.
Lo natural cómo lo artificial o el orden o el caos, son temas muy habituales en esta clase de fotografía.
Cuando la luz escasea y se mezcla con escaparates, faros de coches, neones, ventanales, aumenta la sensación del típico frenesí urbano.
Fotografiar animales
Resulta un poco difícil con animales, debido a la movilidad de estos. Pueden ser animales asustadizos o muy activos, lo cual dificulta su exposición.
Se les debe fotografiar por sorpresa (obturación acelerada) o evitando que detecten nuestra presencia. Los animales domésticos forman parte de la atmósfera familiar y su actitud tierna o juguetona inspira divertidas (aunque no fáciles) fotografías. Conseguir que pose un perro o un gato es bastante complicado, y es conveniente situarnos a una distacia adecuada esperando a que el animal adopte una postura que nos agrade (paciencia amigo mío).
El animal se expresa con reacciones imprevisibles y espontáneas. Debemos captar la situación con rapidez.
La luz natural es la mejor opción, ya que la iluminación forzada, los asusta. Los mejores encuadres se obtienen situándose a la misma altura que el animal.
Para fotografiar animales en libertad hay que tener mucha paciencia y sensibilidad (además el uso del zoom óptico se hace imprescindible casi siempre). En las fotos de animales hay que tomar las mismas pautas que en las personas... , descubrir la personalidad y tratar de plasmarla. No podemos pedir a un animal que sonría, o que se esté completamente inmóvil, o que se coloque en un lugar iluminado a la dirección que nosotros queramos. Para ello debemos esperar y aprender a anticiparnos a su comportamiento.
Un zoo es un sitio perfecto para practicar con animales salvajes. Las aperturas amplias disimulan (número f bajo) el lugar donde está dicho animal, difuminando las partes feas de la toma.
Los insectos están por otra parte. Siempre dentro de la macrofotografía debido a su diminuto tamaño.
Estos, dependiendo del tipo de insecto, son fáciles o difíciles de retratar. Tienes que ser siempre muy cuidadoso, y procurar no hacer movimientos bruscos (la suavidad prima). Puedes usar azúcar o algún dulce para atraerlos fácilmente...
Las abejas o avispas son los favoritos, pero no las molestes o serán ellas las que te "retraten" a tí.
Fotografiar humanos
Los adultos son fáciles de capturar, siempre cuando se dejen hacerlo, claro. No obstante, el problema son los niños, sobretodo los que nunca paran quietos.
Las fotos de niños pueden dar mucha creatividad, y es preciso e dispensable que el fotógrafo sepa captar el momento en el que expresan mayor espontaneidad y dinamismo.
Se recomienda no utilizar flash y aprovechar la luz natural. Aunque en algunas ocasiones el flash de relleno puede resultar útil.
Es importante que actúen de forma natural, que estén haciendo algo.
Por otro lado, los niños suelen aburrirse rápido, por lo que no se les puede hacer esperar y que estén posando durante mucho tiempo. Hay que dejarles moverse libremente para captar sus expresiones y movimientos espontáneos, que suelen durar instantes o segundos.
Cualquier juguete puede resultar de gran ayuda para entretenerlo.
Las tomas fotográficas en el exterior suelen ser más fáciles de lograr, ya que el niño se olvida de la cámara y actúa con naturalidad.
Después tenemos también a los adultos en algún deporte (fútbol, golf, tenis...) donde de nuevo la obturación rápida es obligada (1/1000 recomiendo). También tenemos coches, trenes, o un avión despegando/aterrizando (podría meterse en el saco de paisajes), donde necesitas velocidades breves de exposición y obturación.
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